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lunes, 12 de octubre de 2009

LA ORACIÓN INTERCESORA


Interceder es pedir, rogar, suplicar, mediar por otro.

Romanos. 8.26. Y de igual manera el Espíritu nos guia en nuestra debilidad, pués que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

Romanos 8.34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murío; mas aun el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

Ahora bien, la Palabra de Dios es clara en darnos ejemplo de intercesión e intercesores: al Espíritu Santo y a Cristo.

Teniendo en cuenta estos versículos de Romanos 8, a continuación estaré hablandoles de cómo debe ser una intercesión genuina y que agrade a Dios.



¿CÓMO DEBE SER NUESTRA INTERCESIÓN?


Una intercesión genuina y que agrade a Dios, debido a que muchas veces no sabemos orar como conviene, debe ser:

Guiada por el Espíritu Santo:

Dios en su misericordia nos regaló un mediador entre nosotros y él, su Espíritu, quien cumple una intercesión con gemidos indecibles, esto quiere decir, un clamor con fervor, intencidad y de todo corazón. Así que él nos guia en una oración intercesora que se eleve a Dios y por tal motivo nos haga experimentar su presencia.

Así mismo Cristo el que también intercede por nosotros, al venir a este mundo a morir por nuestros pecados y así cumplir con la mayor obra mediadora de todos los tiempos, ejerciendo un sacerdocio que aún en los cielos lleva acabo, ya que permanece para siempre e inmutable, que nunca cambia.

Hebreos 7.2-25: Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; más éste por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.

Además de salvar a los que por él se acercan a Dios, su entrega y dedicación como sacerdote, es interceder por todo aquel que busca comunión con Dios.

Así que del Espíritu Santo y de Cristo proviene la intercesión, por tal motivo Dios desea un pueblo que se levante en oración ferviente y de todo corazón.

La intercesión implica morir a nuestro YO, a no solo pedir por nuestros propios intereses, conlleva a mirar con los ojos de Dios la necesidad que hay a nuestro alrededor, en nuestro prójimo, en nuestra nación y en toda la tierra.

Todo redimido por Jesús, pasa a ser llamado pueblo y linaje escogido, real sacerdocio, 1.Pedro 2.9-12. Así que como Jesús y su Espíritu Santo, podemos y debemos cumplir nuestra labor intercesora.

En 1 Timoteo 2.1-4 nos dan una guía para interceder y los resultados que genera:

Exhorto ante todo a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en iminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.

Como vemos, los resultados de la intercesión son tremendamente extraordinarios y profundos, ya que interceder por todos los que gobiernan nuestra tierra generará una vida más tranquila, generosa y disfrutar de la tan anhelada paz.

Interceder es de gran agrado a Dios, por lo tanto nuestra comunión con Él se fortalece.

Interceder imparte salvación a todos los hombres, así estaríamos contribuyendo al cumplimiento de lo que Dios desea; que toda la humanidad conozca la verdad y sea libre para alcanzar la salvación por la que Jesucristo murío.
Cuando veas a tu alrededor a tus semejantes atravesando circunstancias difíciles y que necesitan tu oración intercesora, hazlo. Si hay un tipo que tiene un solo pelito en la cabeza y no quiere perder su cabellera frondosa y te pide que intercedas, apóyalo, aunque esto parezca imposible. O si se trata de una mujer soltera que piensa que el bus ya la dejó, pues quien quita que tu intercesión le de una opción de encontrar a su media naranja, limón o manzana. La intercesión remueve barreras y si eres consciente de esto y lo aplicas, podrás ser una herramienta poderosa para los designios de Dios.

Yo mismo he sido bendecido con las oraciones intercesoras. Cuando he estado en situaciones más difíciles que encontrar un gallinero en la sala del presidente de Emiratos Árabes, he visto como Dios ha obrado gracias a que alguien me presentó en oraciones al Señor.

Así que amigos, con nuestra intercesión también hacemos parte del gran deseo que brota del corazón de Dios, nuestro padre y creador, no nos perdamos de este gran privilegio que sin duda alguna será de bendición también para nuestras vidas.

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