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Hay un principio general que conviene recordar al luchar contra la negatividad:
Cualquier cosa positiva que hagas es mejor que lo que deriva de dar lugar al pesimismo que no tiene nada de bueno.
Las palabras "negativo" y "positivo" tienen la misma cantidad de letras, las consecuencias de llevarlas a la acción están a un mundo de distancia las unas de las otras.
Hace unos días vi un Power Point que narraba la historia de Pepe. Me pareció muy interesante y la plasmaré aquí (un poco editada por mi):
Pepe era el tipo de persona que te encantaría ser.
Siempre estaba de buen humor, más contento que un cometa con dos colas, y siempre tenía algo positivo que decir. Si le llegaba a dar un infarto diria que le dió una corazonada. Cuando alguien le preguntaba cómo le iba, el respondía: "Excelente y con tendencia a mejorar".
Había tenido varios destinos y varios de sus colaboradores le habían seguido en todos ellos. La razón de que le siguieran era por su actitud: era un motivador natural. Si un empleado tenía un mal día, Pepe estaba ahí para decirle al empleado cómo ver el lado positivo de la situación.
Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Pepe y le pregunté:
"No lo entiendo.... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo. ¿Cómo lo haces?"
Pepe respondió: "Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo:
Mí mismo, tienes dos opciones hoy: puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor;
escojo estar de buen humor.
Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello.
Escojo aprender de ello.
Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida.
Escojo señalarle el lado positivo de la vida."
"Sí, claro, pero no es tan fácil" protesté.(ya más impaciente que un tartamudo leyendo en voz alta El Quijote)
"Sí lo es", dijo Pepe. "Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección. Tú eliges cómo reaccionas ante cada situación, tú eliges cómo la gente afectará tu estado de ánimo, tú eliges estar de buen humor o mal humor.
En resumen, TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA."
Reflexioné en lo que Pepe me dijo...
Poco tiempo después, por cuestiones de residencia,(una manera sutíl de decir que no pagué el arriendo y me votaron con mis enseres) perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en lo que hablé con Pepe, cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar contra ella.
Varios años más tarde, me enteré que Pepe hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio, dejó la puerta de atrás abierta y una mañana fue asaltado por tres ladrones armados.
Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano, temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación. Uno de los asaltantes le dio 177 puñaladas en el ojo y casi lo pierde, luego los asaltantes sintieron pánico y le dispararon.
Con mucha suerte, Pepe fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica. Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Pepe fue dado de alta, aún con fragmentos de bala en su cuerpo.
Me encontré con Pepe seis meses después del accidente, y cuando le pregunté como estaba, me respondió: "Excelente y con tendencia a mejorar".
Le pregunté que pasó por su mente en el momento del asalto. Contestó:
“Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones: podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir".
"¿No sentiste miedo?“ le pregunté.
Pepe continuó: "Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los médicos y enfermeras, realmente me asusté. Podía leer en sus ojos: -es hombre muerto. Supe entonces que debía tomar una decisión”.
"¿Qué hiciste?" pregunté.
Pepe me dijo: "Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo, y respirando profundo grité: - "Sí, a las balas" - Mientras reían, les dije: "estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera vivo, no muerto".
Pepe vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo POR SU ASOMBROSA ACTITUD. Aprendió que CADA DÍA TENEMOS LA ELECCIÓN de vivir plenamente, la ACTITUD, al final, lo es todo.
Al final la decisión de
• Cómo eres
• Cómo te ves
• Cómo te sientes
• Cómo vives
¡ES TUYA!
y recuerda:
sólo se frustran aquellos que dejan de ver la parte positiva de sus resultados y de la vida.
El efecto de la negatividad en la vida de alguien es catastrófico.
Arrebata a la persona de las posibilidades con que Dios la creó y le impide realizar todo lo que Él se propone hacer en y a través de ella.
Tener una actitud negativa es ni más ni menos que pesimismo.
Encaminar la vida de manera negativa es todo lo contrario de la actitud positiva y optimista que Dios desea que tengamos. Es la antítesis de la fe.
Dios nos llamó a vivir una vida de fe. La negatividad, por el contrario, es vivir en la inseguridad.
Aunque la negatividad se manifiesta de diferentes formas y en diversos grados dependiendo de la persona, el resultado es siempre el mismo: El pesimismo acaba por provocar pesar… Lástima. Derrota.
El pesimismo atrofia la vida de uno en niveles y escalas de mayor o menor medida.
Priva de la oportunidad de desarrollar al máximo sus posibilidades y alcanzar sus más caros deseos y objetivos.
En el mundo, se condena a muchos a correr la frenética carrera por la mera supervivencia —la rutina diaria—, porque se convencen de que nunca podrán llegar más lejos.
Genera depresiones y otros trastornos mentales y/o espirituales, los cuales a su vez provocan trastornos físicos.
¡No te quedes hecho un lisiado espiritual! ¡No tienes por qué serlo!
Piensa positivamente manteniendo los ojos en Cristo. Ten un concepto positivo de ti y de los demás, porque el efecto negativo y desalentador que produces en los demás es otra de las lamentables consecuencias del pesimismo.
La victoria y la felicidad no son fruto de que todo marche de maravilla en tu vida.
Son el resultado de creer y confiar en las promesas de Dios y tener una relación personal con Jesucristo.
Eres más feliz cuando optas por no dejar que las cosas de la Tierra te desmoralicen, cuando optas por remontarte a pesar de las circunstancias.
Cuando tienes actitud positiva manifiestas un espíritu de fe y confianza.
Reconoces y confías en Dios, aceptas que Su criterio siempre es acertado y que lo tiene todo en Sus manos.
Para ser positivo se necesita fe. Es preciso creer en Su Palabra, en el sentido de que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien.
Te sientas como te sientas en el momento, si tienes fe y crees, sabes que todo será para tu bien. Cuando crees en las promesas de Dios, tienes fe y confianza y manifiestas un espíritu positivo, contento y confiado.
Los que piensan positivamente obtienen resultados positivos y contundentes.
Tienes que hacer una elección... escoge ser positivo.
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Hola Arielillo:
ResponderBorrarComo siempre excelente tus entradas, en serio te felicito porque tienes grandes dones, me siento orgullosa de ser tu amiga. Leyendo tu entrada me haz dado una gran leccion de vida, y la verdad es que quiero ser diferente, y yo se que lo puedo lograr con la ayuda de Dios y tus enseñanzas que no quiero perder (cuando las reanudamos ah mijitico). Gracias por permitirme entrar en tu vida y por tu gran amistad. Con afecto, Adriana